Garbanzos.


El origen del cultivo del garbanzo es discutido. Podría situarse con cierta seguridad en el Mediterráneo Oriental: Grecia, Turquía o Siria desde donde se expandió por todas la regiones ribereñas del Mediterráneo con relativa rapidez. Pasó posteriormente a Persia, al Asia Central y también al subcontinente Indio. Por lo que respecta al África subsahariana hay motivos para pensar que se introdujo con éxito en la región de Ghana, aunque algunas especies salvajes se han documentado con mayor antigüedad en Abisinia. Los colonizadores españoles lo introdujeron en América después de la conquista, implantándose con éxito en California, México y en las regiones de clima seco de todo el continente americano.

Casi siempre ha sido sinónimo de frugalidad, pobreza e incluso rudeza. Si bien ha sido utilizada con cierta profusión en la antigüedad es a partir del descubrimiento de América, y como consecuencia de la llegada de la alubia mexicana, cuando el garbanzo entra en franco retroceso en numerosas regiones de Europa. Así, el consumo del garbanzo se limitará cada vez más a las zonas de producción y a un determinado entorno social: las clases populares.

En lo referente a la simbología, el garbanzo se relaciona con la muerte. Los griegos de época clásica comían garbanzos en los banquetes fúnebres. En la región de Niza la tradición establece comer garbanzos el Miércoles de Ceniza, el Viernes Santo y el Día de todos los santos. La misma tradición existe en numerosos lugares de España.

Propiedades.

Rico en aceites esenciales y ácidos grasos conocidos como omega 6. Una de sus principales características es su elevada riqueza en lecitina, un tipo de grasa que tiene gran importancia en el control del colesterol y los triglicéridos , ya que permite emulsionar, es decir, mezclar las grasas del organismo con agua, favoreciendo así la expulsión de las primeras.
Proteínas e hidratos de carbono. Aunque su contenido proteico es algo inferior al de las demás legumbres, es importante combinarlo con otros alimentos que puedan complementarlo, como por ejemplo, la mezcla de garbanzos con cereales resulta interesante para esta finalidad. Además sus hidratos de carbono son de      lenta asimilación, lo que los hace un buen alimento contra la diabetes.
Alto contenido en fibras, lo que ayuda a aliviar el estreñimiento.
Contienen Magnesio, lo que protege el organismo de enfermedades cardiovasculares y del estress.
Se ha comprobado que ayuda en las úlceras pépticas o duodenales.
Vitamina B12 (ácido fólico), que previene las malformaciones en el feto.

SABÍAS QUE...?

  • Por 100gr. de garbanzos crudos obtienes: 
  • 244 calorías
  • 19gr. de proteínas
  • 50gr. de carbohidratos
  • 11gr. de fibra
  • 160mg. de Calcio
  • 1.000mg. de potasio
  • 2gr. de grasas solubles
  • 6mg. de hierro
  • 3mg. de zinc
  • vitaminas B1, B2, B6, C y magnesio 

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