FUNDAMENTOS CIENTÍFICOS


Todo prueba inconfundiblemente que cuanto existe en nuestro planeta ha tenido un origen común, y el hombre no es más que una de las muchas formas de la evolución animal.
Es increíble que a pesar de las evidencias, incluso personas científicamente preparadas, consiguen con ciertos argumentos autoengañarse, actuando incluso, contra su propia lógica. Esta es la demostración de cómo al hombre le falta la objetividad cuando le resulta cómodo aceptar una tesis que halaga su vanidad o tranquiliza sus temores.

Desprovisto ya el origen humano de toda mitificación, si pasamos a examinar la estructura de la especie a la que pertenecemos, no podemos dejar de destacar que las características anatómicas y morfológicas que esta presenta la acercan mucho a otras especies que no incluyen carne en su dieta.
Incluso estudios de anatomía comparada clasifican al ser humano entre los frugívoros. Las manos están más adaptadas para coger, partir o trepar y no tienen nada que ver con la de los carnívoros.
El argumento más adecuado para esta clasificación, es la boca humana: incisivos y molares de tamaño medio, caninos cortos, mientras que los carnívoros tienen incisivos cortos y caninos largos, molares puntiagudos y cortantes.
Por si esto no fuera suficiente, la anatomía comparada pone en evidencia muchas conformaciones aptas para clasificar al hombre entre los "No Carnívoros". Por ejemplo, glándulas salivares bien desarrolladas, (en los carnívoros son pequeñas). El estómago de los carnívoros es simple, revestido de mucosas y con jugos gástricos muy fuertes, con un intestino tres veces más largo que el cuerpo. Si comparamos estas características con el estómago humano, encontramos que su conformación es de tamaño medio, jugos gástricos de acidez media.
La fisiología nos confirma que la digestión y la absorción de las proteínas cárnicas se producen del estómago al intestino delgado, de modo que los residuos que no se han digerido por completo prosigue por todo el colon, donde es más fácil la putrefacción.

Que el hombre ha sido un animal vegetariano queda demostrado por el hecho de que la propensión a la alimentación cárnica surge sólo a partir de cierta edad. De hecho los niños no se nutren espontáneamente de carne, sino que prefieren la fruta.

"Ante todo, la carne tiene el inconveniente de ser un óptimo campo de cultivo que favorece el desarrollo de los  gérmenes patógenos". Los métodos naturales en la medicina de André Schlemmer.

  • Hace más de sesenta años, investigadores demostraron que, con un régimen fuertemente cárnico, el número de gérmenes presentes en un milímetro cúbico de contenido intestinal aumenta de 2.000 a 60.000.
  • La carne, más que todos los demás alimentos proteicos, es una fuente de ácido úrico, por lo tanto es conveniente reducir su consumo.
  • La carne tiene propiedades estimulantes, de modo que, contrario a lo que se piensa, es necesario tener presente que en los niños puede provocar excitación, insomnio y alteraciones del comportamiento. Es además, rica en ácidos grasos saturados que favorecen la dispepsia, la arteriosclerosis y el aumento del colesterol en la sangre.
  • La carne es una fuente de intoxicación que adelanta la vejez. En particular produce una intoxicación lenta.
  • No se debe olvidar que en la carne y en la sangre de los animales hay también sustancias toxicas, como la histamina, que se forma a consecuencia del pánico experimentado en el matadero, toxinas a las que debe proceder el organismo humano, sin contar con las drogas y hormonas utilizadas en la cría intensiva.
  • Es verdad que la carne proporciona fuerza, pero todos los alimentos la proporcionan y algunos en mayor cantidad. Además, es necesario recordar que muchas personas se sienten pesadas y somnolientas después de la ingesta de carnes, pero estas sensaciones desaparecen cuando empiezan a seguir un régimen vegetariano, traduciéndose en una mayor sensación de vitalidad, ligereza y resistencia al esfuerzo físico.
  • La carne en sí misma no sirve para curar la anemia, excepto cuando el origen de esta es debido a un régimen demasiado pobre en proteínas como en la anorexia nerviosa;pero con cualquier otro alimento se puede proporcionar al organismo las proteínas que necesita.