EL RÉGIMEN VEGETARIANO

Prácticamente todos hemos visto en alguna ocasión a un animal atropellado por un vehículo y que yace en la carretera. Desde un enfoque alimentario, la visión de una sanguinolenta carcasa sin vida no despierta mucho el apetito. Cambiaría nuestra forma de pensar, si viésemos a un cordero o a una ternera?.
Indudablemente nuestra respuesta sería negativa, porque pocas cosas son menos agradables a la vista que una carroña. Y, sin embargo, no existe diferencia alguna entre el cuerpo inerte de un animal atropellado y el de una "bestia" sacrificada en un matadero y colgada de un gancho en una carnicería, exceptuando que la muerte por atropello casi siempre es inmediata e indolora.
La agonía más o menos prolongada de los animales en el matadero es además la causa de que estos acumulen en su carne toxinas nocivas para la salud de las personas que se alimentan de ellas.
Por lo tanto, la carne de los animales atropellados, siempre que no esté en estado de descomposición, presenta características nutritivas preferibles a la que se vende en las carnicerías.

Las personas que deciden hacerse vegetarianas pueden estar movidas por principios éticos o dietéticos, o por ambos, además el régimen vegetariano no se restringe sólo a vegetales, ya que en la mayoría de los casos incluyen alimentos de origen animal.

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