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Si consideramos los alimentos por sus componentes esenciales, y subdividimos los hidratos de carbono en dos (almidones y azúcares), teniendo en cuenta que el mecanismo mediante el que se realiza la digestión es distinto, los clasificaremos en los siguientes grupos:
- Almidones. Pan, pasta, arroz, maíz, legumbres secas en general (judías, guisantes, garbanzos, lentejas, habas, entre otras), patatas, castañas, zanahorias, remolachas.
- Azúcares. Miel, mermelada, siropes y azúcar.
- Prótidos. Lácteos, huevos, frutos secos (nueces, avellanas, almendras, piñones, cacahuete, entre otros).
- Grasas. Aceite, margarina, mantequilla
- Frutas.
- Verduras.
Basándonos en la incompatibilidad química, física o de digestión potencial de los alimentos, podemos concluir que NO deberían ser mezclados de la siguiente manera:
- Ácidos y almidones
- Proteínas y carbohidratos
- Grasas y proteínas
- Azúcares y proteínas
- Almidones y azúcares
Por otra parte, resultan favorable las siguientes combinaciones:- Grasas y carbohidratos
- Las verduras y los demás alimentos
Podemos considerar positivo el régimen dietético que tienda a excluir las frutas y las sustancias azucaradas de las comidas principales, favoreciendo el consumo de las primeras entre una comida y otra, y que conlleve la ingesta de proteínas y de sustancias almidonosas en comidas separadas.