Kéfir

El kéfir (bendición en turco), es un producto lácteo fermentado originado (al parecer), en la región del Cáucaso. Tiene un aspecto similar al de la coliflor pero es más blando. Es una combinación de bacterias probióticas y levaduras en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares. También reciben este nombre los gránulos utilizados para su producción.

Existen tres tipos de Kéfir: el de agua, el de leche y el de té o Kombucha.
El más extendido es el de leche, compuesto por diferentes levaduras y bacilos que se nutre de leche, obteniendo como resultado una cremosa bebida, parecida al yogur.
Regenera la flora intestinal, facilita la digestión y elimina problemas de estreñimiento. Incluso suelen tomarlo algunas personas con intolerancia a la lactosa (deben probar poco a poco). También se usa como complemento alimenticio para regenerar la mucosa del estómago, y tópicamente para tratar problemas cutáneos como los eccemas.

Kéfir de agua. Un clara diferencia es que el kéfir de agua con respecto al kéfir de leche es que no necesita lácteos para que produzca la fermentación, pudiendo beneficiarse de todas las propiedades que posee aquellas personas veganas o intolerantes a la lactosa.
La Kombucha en occidente es un tipo de kéfir, en concreto una especie de té endulzado que se elabora mediante fermentación de una colonia de microorganismos denominada “colonia kombucha”. Se le conoce también como hongo chino.

Propiedades y beneficios.

Está científicamente demostrado que los efectos de la kombucha son superiores a los del yogur. Esto sucede gracias al aporte simultáneo de cultivos de levaduras y ácidos orgánicos que favorecen el desarrollo de una flora intestinal sana y la correcta absorción de los alimentos
En líneas generales fortalece el sistema inmunitario, posee un alto poder desintoxicante y reestructura el equilibrio ácido-básico del organismo. También es ligeramente estimulante, por lo que su uso es adecuado contra el cansancio y el estrés.

se ha utilizado satisfactoriamente en enfermedades como:
  • Reumatismo
  • asma
  • estreñimiento
  • hipertención arterial
  • artritis
  • úlceras gástricas
  • mala digestión
  • mala absorción de los alimentos
  • enfermedades inflamatorias crónicas
  • útil como complemento en enfermedades como cáncer y sida
  • fortalece las defensas frente a enfermedades víricas y bacterianas
  • reduce el colesterol y el riesgo de cáncer de colon 
  • laxante o astringente
  • eficaz en casos de anemia, trastornos de la vesícula biliar, entre otros
  • tiene aplicaciones cosméticas

Cualquiera de los kéfir tiene enormes efectos beneficiosos para el organismo, pero hay que tener ciertas precauciones a la hora de consumirlo.
No se debe consumir si se tiene intolerancia a la lactosa
observar que no tenga cambios anómalos en la textura, olor o sabor.
ser cuidadoso en la elaboración del kéfir de té, pues se contamina fácilmente con moho, ya que su fermentación se debe llevar a cabo al descubierto.
Este producto se puede encontrar en herbolarios o en cualquier tienda especializada en nutrición.

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